¿Cuándo supo que quería ser médico?  ¿Por qué la  Ginecología y Obstetricia?

 Creo que mi vocación por la medicina ha sido desde muy pequeño, como para muchos en la infancia lo proyectas más sobre los animales y las mascotas ese instinto de cuidar y de sanar, y a medida que vas creciendo lo haces más sobre las personas. La Ginecologia fue más tardío, puesto que la elección la hice tras finalizar la carrera y después de haber pasado por las distintas Prácticas. En ellas influyeron mucho algunos Obstetras a los que ya conocía y que han sido mi referencia.

 ¿Qué destacaría de su trayectoria profesional?

Mi trayectoria profesional está únicamente fundada en la honradez y el trabajo, algo que no debería ser nada destacable. El resto es cuestión de fortuna, tener buenos docentes en tu camino y poder tener la oportunidad de trabajar en el área que te gusta y con la que te sientes más comprometido

Ante la actual situación que estamos viviendo... ¿podría darle un mensaje tranquilizador a las embarazadas? ¿Cómo es el seguimiento del embarazo? ¿Qué pruebas se realizan?

  Es comprensible que la situación actual genere dudas e incertidumbres. Pero la vida sigue y la pandemia no debe ser un artefacto que trastoque un plan vital tan importante como buscar una gestación. Solo hay que tomar las precauciones exhaustivas para no contagiarse, y seguir fielmente las indicaciones médicas. De momento no se ha demostrado la transmisión vertical, y de cara al parto se están imponiendo los protocolos de realización de pruebas oportunas para el cribado de COVID, con el fin de no transmitírselo al bebé tras el parto. 

 Ha sido nombrado recientemente, nuevo vocal de Ejercicio Libre del RICOMS, ¿qué le supone este nuevo cargo?

Seria un tópico decir que una enorme responsabilidad, pero es así. Creo que entrar en una institución como el Colegio de Médicos significa trabajar de forma desinteresada por mejorar las condiciones de trabajo de nuestra profesión, a todos los niveles, académico, reconocimiento social, logístico y económico, y esa es mi intención, poder aportar mi trabajo para ese desarrollo. 

 ¿Qué cambios destacaría en el ejercicio privado desde sus comienzos como médico?

 El cambio de la Medicina Privada desde mi comienzo en la profesión ha sido fundamentalmente de concepto, puesto que la Medicina Privada como tal no existe actualmente. Aquella relación médico paciente que ha sido la base de la práctica médica  durante toda su historia ha desaparecido, ya que en estos años han copado el mercado otros agentes sociales mercantiles que agrupan a los pacientes en aseguradoras, siendo éstas las que fijan los precios de los actos médicos a cambio de proveer de pacientes. Por tanto el antiguo ejercicio libre de la medicina ha dado paso a un sistema de pólizas de seguro donde el médico pasa a trabajar para grandes empresas, sin ningún tipo de autonomía ni decisión en su capacidad de ingresos. 

¿Cómo definiría la relación entre el Colegio de Médicos y los facultativos?

Venimos de una etapa histórica donde el Colegio no era más que un órgano de representación, a través del cual se realizaban algunos trámites burocráticos y fiscales, y se gestionaban las coberturas de seguros de responsabilidad. Eso ha creado un sensible distanciamiento entre la Institución y los facultativos, que solo tenían prácticamente apoyo en una determinada logística administrativa. Creo que la mentalidad actual del Colegio ha cambiado, y es evidente que la actual Junta Directiva del RICOMS tiene como objetivo fundamental estar al servicio de cuantas sensibilidades y proyectos nos hagan llegar los colegiados, para apoyar a los médicos en las vicisitudes que el ejercicio de nuestra profesión les conlleve en el día a día. Es el motivo fundamental que me ha llevado a aceptar la Vocalía, el ambiente de trabajo y compromiso.

¿Cuáles cree que son los principales problemas de la sanidad andaluza? 

La Sanidad Andaluza creo que goza de buena Salud, fruto de una trayectoria de muchos años de gran formación y desarrollo logístico. Dicho esto,  creo que crisis como la actual han puesto en relieve las debilidades de un sistema que se descompensa gravemente en cuanto sucede alguna eventualidad. Es decir, tenemos los mejores profesionales del mundo consiguiendo una eficiencia altísima con unos recursos muy infraestimados. Tenemos un sistema de formación académica y profesional que genera a los mejores facultativos de Europa, pero no se está siendo inteligente ni justo a la hora de laboralizarlos, teniendo que buscar muchos de los cuales sus oportunidades fuera de nuestras fronteras, por lo que es un punto crítico de fuga de talentos. Por otro lado creo que la política condiciona demasiado la distribución de cargos intermedios, dando como resultado que al frente de unidades y servicios no se sitúen siempre  facultativos cuya trayectoria o méritos les hagan merecedores de ello. Creo además que la Medicina Privada debería de ser complemento social de la Medicina Pública, para cubrir deficiencias puntuales del sistema y/ o colectivos, pero para ello la primera injusticia que se debería subsanar es que ningún profesional cobre distinto a otro según sea exclusivo del SAS o realice otros trabajos fuera de su jornada pública. Y en cuanto a la Medicina Privada propiamente dicha el actual sistema de baremos low cost impuestos por las compañías aseguradoras tiene que replantarse, puesto que no se concibe que en el mundo privado del libre mercado se esté obligado a realizar actos por precios que en algunos casos apenas cubren gastos. Esperemos que todas estas cuestiones se puedan tratar en mesas de diálogo en los próximos meses, puesto que si algo demuestra una crisis sanitaria es que la profesión médica hay que apoyarla, defenderla y dignificarla.