El Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla. Ciento veinticinco años de labor como corporación oficial
El día 8 de este mes de julio se cumplen ciento veinticinco años del reconocimiento del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla y su Provincia como Corporación Oficial, por R.O. del 8 de julio de 1895, tras su reorganización, iniciada el 9 de noviembre de 1894.
En ese día 9 de noviembre será un grupo de ocho facultativos, comandados por el Dr. D. Ramón de la Sota y Lastra (1832-1913), médicos insignes y amantes de su profesión, los que ante el estado de la respetable clase médica, que se hallaba “preterida y vejada", decidirán, en el viejo caserón, del número 12 de la sevillana calle Alfonso XII, reorganizar el Colegio Médico de Sevilla.
Buena prueba de esta decisión es observar como en el recién reorganizado Colegio de Médicos sevillano, el número de inscripciones aumentaba, continuando sin cesar, durante finales del año 1894 y comienzos del año 1895. El día 16 de julio de 1895, un diario sevillano, El Baluarte, hacía público el contenido de la mencionada Real Orden de 8 de julio de ese mismo año de 1895, por la que el Colegio de Médicos de Sevilla recibía el carácter de Corporación Oficial, declarado por el Ministerio de Fomento.
A partir de ese momento, el Colegio de Médicos, teniendo como primer Presidente al Dr. D. Gumersindo Márquez Chaparro (1841-1916), ha venido desarrollando una intensa labor, como se recoge en mi obra “El Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla. Historia Viva de una Institución Secular”.
Una labor de integración, representación y protección del colectivo médico, mediante la ordenación del ejercicio de la profesión, la defensa de los intereses profesionales de los Colegiados en el ámbito de su competencia, y la observancia de los principios éticos y deontológicos. Elevando la dignidad y prestigio de la profesión médica y evitando el intrusismo profesional. Procurando el auxilio a otras entidades y colaborando, con los poderes públicos y organismos oficiales y privados, en la consecución del derecho a la protección de la salud. Con la dedicación constante a la actualización profesional y a la promoción de la mejora de los niveles científico, cultural, económico y social de los Colegiados, mediante formación, docencia, ayudas, aseguramiento, y un largo etcétera; en pro del desarrollo de la actividad asistencial, entre otras muchas más acciones tendentes a salvaguardar y cuidar la salud y la vida de nuestros semejantes.
Esta labor del Colegio se ha mostrado en toda su magnificencia en estos momentos angustiosos de pandemia por la Covid-19, unida a la heroica y abnegada entrega de los facultativos, respaldados por su Colegio, que ha defendido al colectivo, ante la deficiente protección ofrecida al mismo y carencia de medios asistenciales para desarrollar su actividad. Tal y como se ha hecho público, en repetidas ocasiones, por el Presidente actual del Colegio, Dr. D. Alfonso Carmona Martínez, o el Secretario General de dicha institución, Dr. D. Juan Manuel Contreras Ayala, transmitiendo el sentimiento conjunto de la Junta Directiva y los diferentes estamentos colegiales. El momento actual, con estrictas normativas para evitar contagios o riesgos de rebrotes, y la tensión que produce la expansión de la pandemia en otros países, la facilidad del contagio, no existir un tratamiento eficaz y tampoco vacuna, no parece propicio para celebraciones.
Pero vaya este modesto escrito recordatorio, como homenaje y reconocimiento a un Colegio de Médicos que, como tal Corporación Oficial, cumple ciento veinticinco años en esa incesante labor de apoyo, representación y defensa del colectivo médico que integra. Un colectivo de profesionales de la Medicina, que siempre han venido estando a la tarea de curar y proteger a los enfermos; y que en estas fechas también lo están, entregados por entero a tantos afectados por la Covid-19, con ánimo heroico y lleno de amor al prójimo, incluso con severo riesgo para ellos mismos. Un Colegio y un colectivo a los que es para mí un inmenso honor y orgullo pertenecer.
Dr. Epifanio Lupión Cruz
Director General de Historia del RICOMS
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