Mis viajes con los Médicos jubilados
Según la bella imagen de una de las metáforas básicas más antiguas y fecundas del lenguaje humano la vida es un viaje, un viaje que es a su vez una interesante lección y la mejor de las lecturas, pero si es compartido con un grupo de compañeros médicos que ya están jubilados y que además son amigos, estas expediciones se convierten en unas experiencias transcendentales.
Estas celebraciones, además del enriquecimiento que suponen, nos instruyen acerca de muchos momentos vividos y compartidos. Estos viajes nos enseñan, a apreciar más y mejor a los amigos que ya estimábamos desde hace mucho tiempo.
¡Ningún observatorio mejor para estudiar las órbitas y los movimientos de nuestras almas!
Como ya nos hemos acostumbrado a viajar juntos, es cierto que sentimos la ausencia de los que en alguna ocasión no hayan podido asistir; aquellos que, por algún motivo, no han compartido el encanto de estos sensibles y viajeros días.
Como ahora se dice que vacaciones sin WhatsApp son vacaciones perdidas, siempre utilizamos nuestros teléfonos móviles para inmortalizar el momento en una fotografía del conjunto de compañeros y así poder tributar el merecido elogio al RICOMS en su Boletín.
De todas formas, con móvil o sin él, en el glosario de mi corazón guardo, siempre, el grato recuerdo de cada uno de “mis viajes con los médicos jubilados”, porque me ayuda a estar más cerca de todos los amigos de este colectivo de compañeros que ahora son honoríficos y que, obviamente, son con los que mi espíritu está más plenamente identificado, y unido.
Desde que fui nombrado representante de este glorioso colectivo, mi inquieta imaginación no ha parado de intentar ayudar a revivir algunos sueños viajeros y a evitar que se trunquen esas ilusiones. Nunca podré olvidar el recuerdo de los gratos momentos vividos en cada uno de los viajes.
Una vez con la mente tranquila y la satisfacción a plenitud reconozco que anhelaba una ocasión de tanto relieve como esta, para tener el privilegio de poder decir a todos los que formáis parte de este dignísimo colectivo de Médicos y a esas almas viajeras la palabra que más valor tiene para mí; gracias. Esos recuerdos pasados volverán este otoño a nosotros para fundirse y armonizarse dentro de unos días, en el próximo viaje que hemos previsto realizar a Italia.
Carlos Gálvez Martínez.
Representante de los Médicos jubilados del RICOMS).
Sevilla, otoño de 2019.
Sea el primero en comentar.