Críticas públicas en redes sociales: a propósito del expediente Lalanda
Muchos habréis visto en redes sociales y medios de comunicación la polémica sobre el expediente disciplinario abierto recientemente a la médico de urgencias Mónica Lalanda. El jefe del servicio de urgencias del hospital general de Segovia y otros compañeros la denunciaron al Colegio de Médicos de Segovia por sentirse ofendidos por su carta de renuncia, publicada en su blog en agosto. En ella denunciaba la precariedad laboral y el deterioro de la calidad asistencial de su servicio, extensible a muchos otros de España, pero también a “un jefe que no lidera, tiraniza” y a “un sistema con médicos de primera que viven a costa de médicos de segunda”.
A la doctora Lalanda se le acusa de transgredir artículos del capítulo VIII del Código de Ética y Deontología Médica (sobre relaciones de los médicos entre sí), sobre todo por hacer públicas sus quejas y críticas. En dicho capítulo encontramos frases como “La confraternidad entre los médicos es un deber primordial y sobre ella sólo tienen preferencia los derechos del paciente” o “Se evitarán las polémicas públicas; las divergencias se resolverán en el ámbito profesional o colegial” o “No supone faltar al deber de confraternidad el que un médico comunique a su Colegio con discreción las infracciones de sus colegas“; o “La jerarquía del equipo médico deberá ser respetada, pero nunca podrá constituir un instrumento de dominio o exaltación personal”.
Está claro que tenemos que respetarnos y no caer nunca en el insulto pero, ¿qué tienen de malo las polémicas públicas siempre que se hagan con respeto? ¿No tiene derecho el público general a participar en determinados temas que le afectan como pueden ser los turnos de trabajo que ponen en peligro la salud de los profesionales y la suya propia? ¿Podemos criticar públicamente el sistema sin miedo a que ningún compañero nos denuncie por sentirse ofendido? En caso contrario, ¿qué vías debemos usar para protestar? ¿Deberíamos recurrir más a denunciar ante el Colegio o ante los Tribunales?
Ante la precaria situación de la sanidad española no podemos quedarnos de brazos cruzados. Tenemos que usar todos los medios legítimos que tenemos a nuestro alcance, entre ellos nuestros Colegios Médicos. Espero que finalmente el expediente se archive y que los colegios médicos se dediquen a apoyar las quejas legítimas de sus miembros en vez de a perseguirlas.
Para terminar, pongo el final de la declaración que hizo el 14 de enero el Observatorio de la Sanidad de nuestro RICOMS, para que sirva de inspiración a otros colegios: “Seguiremos implicados en la obtención de la mejor atención sanitaria pública o privada posible y reiteramos nuestro compromiso con nuestros colegiados de seguir denunciando aquellas situaciones que menoscaben su dignidad y su buena praxis profesional”.
Juan Jurado Serrano (Colegiado nº 4117533)
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