Entrevista al Dr. Nicolás Merchante Gutiérrez, ganador del IV Premio Jóvenes Investigadores del RICOMS.

- ¿Qué le supone recibir un reconocimiento como éste (dotado además con 10.000 euros) para jóvenes investigadores colegiados?
- La verdad es que es una gran satisfacción, porque supone un importante reconocimiento al esfuerzo añadido que supone compaginar la labor asistencial diaria con realizar una actividad investigadora competitiva. Además, hace más visible esa labor investigadora a los ojos de los gestores sanitarios y los propios compañeros, dado que la investigación no siempre es valorada en su justa medida. Respecto a la cuantía económica, se destinará integramente en apoyar las líneas de investigación en marcha de nuestro grupo e impulsar algún proyecto nuevo, por lo que realmente, el fin último del premio, que entiendo es apoyar la investigación, se conseguirá plenamente.


- ¿Cómo definiría el estado actual de la investigación médica en Sevilla y Andalucía? ¿Cuáles son las grandes necesidades y obstáculos con las que se encuentra? ¿Qué perspectivas de futuro tiene la investigación?
- Creo que el escenario actual de la investigación en Sevilla y Andalucía es muy heterogéneo. En algunos aspectos se ha avanzado en los últimos 15 años, con una financiación destinada a investigación más o menos constante y específica de la Junta de Andalucía al margen de los fondos estatales, la apuesta reciente por la intensificación de profesionales y Unidades, y algunos programas de estabilización del personal investigador.  Además creo que en el ámbito de la investigación médica la simbiosis Universidad-Centros hospitalarios es muy mejorable y, del mismo modo, la gestión pública de la investigación también tiene margen de mejora, sobre todo en términos de equidad y transparencia en el acceso de los diferentes grupos a los recursos públicos. En cuanto a los fondos que se destinan, Andalucía posiblemente haya destinado más fondos que otras CCAA del país, pero España en general se sitúa muy por debajo aún de la media de otros países europeos de nuestro entorno. Por último, la situación de los investigadores a tiempo completo es en muchos casos muy precaria, lo que dificulta que inicien la carrera de investigador los más jóvenes, y en el caso de los que como yo, compaginamos asistencia e investigación, faltaría un mayor apoyo institucional para compatibilizar ambas tareas, así como un reconocimiento apropiado de esta labor dentro del itinerario profesional por el sistema público de salud. Al final, no hay investigación sin investigadores, y corremos el riesgo de que no se produzca incorporación de talento en los próximos años, sobretodo si se sigue por la senda de considerar que quien investiga lo hace por voluntad propia en su tiempo libre. Existe una carencia evidente dentro del programa formativo tanto de la Universidad como durante el programa MIR en aspectos esenciales relacionados con la investigación biomédica.

- ¿Qué iniciativas cree que  debe tener el RICOMS en favor de la investigación?¿Cual es el papel del RICOMS en este sentido?
- Creo que el camino iniciado en los últimos años de considerar la investigación un marco de actuación más es muy acertada. Aunque sin duda, no es el RICOMS el organismo principal implicado en las cuestiones que planteaba antes, sí puede apoyar con iniciativas como este premio o la reciente propuesta de ofrecerse como promotor de ensayos clínicos a iniciativa de investigador. Además, tiene la oportunidad de contribuir a mejorar la oferta formativa escasa que existe en la actualidad, ya sea promoviendo actividades o dando soporte a actividades promovidas por grupos de estudio o grupos de investigación.

- Como médico joven, ¿cuáles cree que son los principales problemas de la sanidad andaluza?  
- Para responder a esa pregunta con propiedad tendría conocer muchos aspectos, relacionados sobretodo con la gestión y la economía, de los que no tengo información suficiente. Creo que gozamos de un sistema público de salud envidiable en muchos aspectos. Y esto no es un tópico, los que estamos en contacto con médicos de otros países europeos y de Norteamérica lo sabemos con certeza. Sin ir más lejos, en mi ámbito de trabajo, el plan nacional de hepatitis C con el que tenemos el reto de eliminar la hepatitis C en España en los próximos años, es la envidia de muchos países con PIB superiores al nuestro. Dicho esto, el sistema es por supuesto mejorable. Desde el prisma del médico asistencial e investigador que está en la primera línea de fuego en ambos ámbitos en el día a día, creo que hay que “despolitizar la gestión sanitaria”, favoreciendo que los cargos de designación política sean los mínimos imprescindibles y el modelo de gestión tenga cierta continuidad independientemente de los cambios políticos. Hace falta mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la salud en todos sus estamentos, con mayor estabilidad laboral, contratos adecuados, equiparación salarial con lo percibido en otras CCAA y dimensionar las plantillas de acuerdo a la demanda real. El sistema de contratación y la designación de cargos intermedios debe ser transparente, atender a méritos profesionales y, en el caso de la contratación, debe intentar conciliar cierta autonomía de gestión de las Unidades con un proceso transparente que garantize además la movilidad y el dinamismo dentro de la comunidad. Además, se debe retomar el concepto de carrera profesional pero en un sentido real, premiando e incentivando la excelencia dentro del sistema público. Por último, hay un reto importante, como son mejorar aquellos aspectos de índole social y económico que inciden en la salud de las personas y establecer vías reales de comunicación y circuitos fluidos entre el Sistema Público de Salud y todo aquello que le rodea y que también tiene que ver con la Salud y el bienestar de los ciudadanos, como son los Servicios Sociales, Ayuntamientos, ONGs, etc…

- ¿Qué le diría a los jóvenes que acaban de terminar su carrera y se inician en el terreno de la investigación?
- Lo primero que les diría es que el primer reto es ser un buen médico, que es muy difícil. Tanto en la competencia profesional como en los valores con los que se ejerce la profesión. A partir de ahí, desde la clínica y el trabajo diario surgirá la inquietud por responder a las preguntas e incertidumbres que existen sobre la salud y el enfermar. Quien tenga esa pulsión por responder a esas preguntas, por ir un paso más allá, que sea valiente y se anime a ello, buscando en primer lugar la posibilidad de aprender y formarse. Eso a día de hoy, posiblemente pase por intentar acercarse y vincularse a algún grupo de investigación establecido en el que iniciarse y desarrollarse posteriormente. Ese fue mi caso, y creo que no me ha ido muy mal, por lo que quizás sea el mejor consejo que pueda dar.

¡GRACIAS Y ENHORABUENA!