100 años del homenaje del pueblo de Galaroza al Dr. Gumersindo Márquez, primer presidente del RICOMS
Recientemente se cumplió el centenario de un histórico homenaje que el pueblo onubense de Galaroza rindió al Dr. Gumersindo Márquez, quien se convirtiera en el primer presidente del Real e Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla.
Gumersindo Márquez Chaparro nació en Galaroza y se marchó a trabajar a Huelva para dejar de constituir una carga para la familia y el primer sueldo que ganó los envió para que su padre pudiera pagar sus deudas; allí estudió el Bachiller. Luego se trasladó a Cádiz, donde se hizo médico con un gran trabajo como lo refleja el haber obtenido seis premios extraordinarios.
Posteriormente, ya en Sevilla, ganó por oposición el Premio Extraordinario de Doctor en Medicina. También fue nombrado Catedrático de de la Escuela de Medicina, médico por oposición de la Beneficiencia domiciliaria y Decano de la misma. Así, Gumersindo Márquez fue escogido como primer Presidente del Real Colegio de Médicos de Sevilla e ingresó en la Real Academia de Medicina de Sevilla en 1914.
Se ha cumplido, pues, un siglo desde que el pueblo de Galaroza en su totalidad rindió un cálido y merecido homenaje a quien fue insigne hijo de este pueblo, el Doctor Gumersindo Márquez. En 1916, el Ayuntamiento de Galaroza hizo suya una petición firmada por más de 270 vecinos y promovida por el maestro Manuel Arellano y Santos. Ese fue el punto de partida de una serie de actos con los que el pueblo agradecía al egregio médico su dedicación y su amor hacia Galaroza.
En dicha instancia, fechada el 23 de Agosto, se solicitaba que el Ayuntamiento rindiera un homenaje de gratitud a “quien siente como nadie el amor a su patria chica, por cuya prosperidad vela cual si fuese su más celoso vecino”. Se solicita finalmente su nombramiento como hijo predilecto y preclaro de la villa y que se rotule con su nombre la calle en que se haya enclavada la casa donde nació tan notable médico. Tres días después, el Ayuntamiento aprobaba lo solicitado por el pueblo.
Todo cuanto sucedió en este homenaje fue recogido en un libro por iniciativa de “La Alcancía”, Sociedad de Socorros Mutuos para alivio de obreros enfermos y ancianos, cuyo presidente de honor y protector entusiasta fuera D. Gumersindo Márquez. Este libro se imprimió en la Fábrica de Libros Rayados de Antonio Guerra, en Sevilla, en 1917.
Lamentablemente, quiso la mala fortuna que aún no hubiera visto la luz dicho libro, cuando llegó la noticia de la muerte de D. Gumersindo Márquez Chaparro. Como aparece escrito en sus últimas páginas, “Triunfó la muerte, luchadora eterna, vencedora siempre”.
Fuente original: Diario de Huelva.
Sea el primero en comentar.