Medicina privada, ¿una alternativa real frente al empleo público?
La profesión médica es la más bonita y, a su vez, quizás la más difícil: toda la formación, vocación y responsabilidades que conlleva, convierten a la Medicina en un trabajo que llena nuestra vida. Pero no nos engañemos: en estos tiempos es difícil ejercerla o, al menos, hacerlo de la forma tradicional que hemos conocido en las últimas décadas.
Históricamente, la gran mayoría de facultativos siempre han aspirado a trabajar para la sanidad pública por diversos motivos: estabilidad laboral, sueldos iniciales acordes a la responsabilidad, disponibilidad de medios, posibilidad de realizar investigación, posibilidad de carrera docente, mayor facilidad para formación… Pero, ¿qué ocurre cuando los recortes no sólo frenan la creación de nuevos empleos, sino que los recortan? ¿Qué hay de todos esos nuevos médicos llenos de ilusión y ganas de trabajar que sólo ven impedimentos para acceder a la bolsa de empleo pública?
Los tiempos, para bien o para mal, están cambiando, y el funcionamiento de nuestra sociedad, desde la política hasta la economía, incluyendo a profesionales médicos, también. Aquí es donde hace su aparición la sanidad privada desde una doble vertiente que, sobre todo, los nuevos colegiados deberían analizar profundamente: ¿complemento o alternativa a la sanidad pública?
Este es un debate que cada día está tomando más fuerza en nuestro sector, ya que la sanidad privada, siempre tan denostada por la administración sanitaria, se está convirtiendo en un elemento fundamental para el mantenimiento, precisamente, del sistema público, como recientemente hemos conocido, por ejemplo, con la propuesta por parte de la Fundación IDIS para acabar con las listas de espera en 2018.
Y es que, por una parte, son muchos los médicos que compaginan su actividad laboral tanto en el sistema público como en el privado, pero ¿qué hay de ejercer la profesión de forma exclusiva en la empresa?
Los datos de empleo en el sector privado en el segundo trimestre de este año, que ha cerrado con 344.600 asalariados (un aumento de 17.800 personas respecto al primer trimestre), han alcanzado el máximo histórico de la serie que comenzó en 2008. Teniendo en cuenta, asimismo, que el gasto sanitario privado ya se sitúa en el 30,2% del gasto sanitario total, observamos una clara tendencia de crecimiento del ejercicio privado. Por tanto, ¿no ha llegado el momento de tomar este último como alternativa real al ejercicio público?
No, como Colegio Profesional de todos los médicos, no estamos defendiendo en este foro la sanidad privada frente a la pública, eso es decisión de cada colegiado; lo que intentamos hacer es reflexionar sobre la evolución, en los últimos años, de la profesión médica, en nuestro país, donde una crisis brutal, llena de recortes en el SAS en el caso de Andalucía, ha dejado profundas heridas abiertas en el empleo nuestro sector, tanto hospitalario como extrahospitalario. Por eso, instamos a los médicos más jóvenes (y no tan jóvenes) a que exploren sin miedo las oportunidades que pueden presentarse fuera del sistema público, con sus pros y sus contras, como complemento o alternativa a la labor en la pública.
Al hilo de esta reflexión, aprovechamos también para invitar a todos nuestros colegiados y facultativos que así lo deseen a participar en el próximo I Congreso Nacional del Ejercicio Privado de la Medicina que celebraremos en el RICOMS, en colaboración con la Organización Médica Colegial, los próximos días 9 y 10 de noviembre, y que servirá, sin duda, para poner luz al estado actual de la Medicina privada en nuestro país.
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