LA PANDEMIA POR COVID-19 Y SU REPERCUSIÓN EN LA INFANCIA
La vida en su inicio y su final tienen una gran similitud, se comienza siendo dependiente y se termina de la misma forma.
Al nacer necesitamos la ayuda, fundamentalmente, de la madre para la alimentación y cuidado, no controlamos esfínteres, no caminamos, no tenemos capacidad para valernos por nosotros mismos y sentir el cariño y el amor familiar es fundamental para nuestro crecimiento y desarrollo. Se termina de forma similar, con la pérdida o disminución de las funciones adquiridas y volviendo a ser dependientes y en muchas ocasiones con sensación de soledad, aunque se esté acompañado y con la falta del cariño y el amor de la familia.
Durante la pandemia del Covid-19, hablamos mucho y con razón de la repercusión de la misma en la tercera edad, la soledad, la estancia en residencias sin poder recibir la visita de su familiares y seres queridos y en ocasiones con la pérdida de lo más valioso, la propia vida.
Pero ¿qué pasa en la Infancia?, la pandemia también tiene una gran repercusión en ella, el no poder jugar y correr libremente, sintiendo la necesidad urgente de juntarse con iguales y salir al exterior, disfrutar de la clase y del recreo sin mascarilla, participar en actividades deportivas que ya realizaban, algunas con equipos bien organizados que competían entre ellos y suponían un estímulo importante para su crecimiento y desarrollo físico y su estabilidad emocional. Mantener la distancia de seguridad por el miedo a contagiarse y no poder abrazar a sus abuelos, padres y seres queridos, especialmente con los abuelos sienten miedo y culpabilidad por pensar que puedan contagiarlos .... "que importante para un niño es el contacto físico y poder abrazar el mundo que les rodea."
Igualmente perciben y les afecta el estrés que la situación de la pandemia produce en los padres y por añadidura el confinamiento familiar favorece la adicción a un consumo excesivo de los medios informáticos con acceso a páginas no deseables para su formación y educación, esto supone un grave problema de Pediatría Social, que tenemos que abordar con urgencia.
Ante estas circunstancias puede aparecer en la Infancia, trastornos como estrés (manifestado como tristeza, enfado o miedo), ansiedad con conductas desafiantes (por ej. discutiendo o negándose a obedecer), depresión (tristeza), trastornos del sueño (insomnio), y disminución de la capacidad de concentración, entre otros.
Por eso es de vital importancia realizar estudios epidemiológicos sobre los efectos psicológicos que produce la pandemia en la infancia, para así determinar la frecuencia de los mismos y aplicar medidas de prevención y tratamiento.
En resumen, la infancia a veces es la parte oculta o menos visible de la pandemia y tenemos la obligación de conseguir entre todos, que la misma tenga el menor efecto posible en su desarrollo físico y mental, concluyendo como aconseja la ONU en boca de su secretario general, Antonio Guterres; "sí no protegemos a la infancia de la pandemia del Covid-19 los efectos serán devastadores".
Martín Navarro Merino
Profesor Titular de Pediatría
Miembro de la Comisión de Expertos del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla
La ansiedad y el estrés que ha provocado el confinamiento en los niños, sin relación con la familia extensa, sin poder salir a la calle, sin juegos con sus iguales, con aprendizaje on línea es de gran importancia. Y en mi experiencia, resaltar que todo esto ha sido vivido con mayor dificultad por los niños con Discapacidad o con Trastornos del Neurodesarrollo y sus familias.
Me sumo a su iniciativa de realizar estudios epidemiológicos que ayuden a valorar los efectos psicológicos de la pandemia en la infancia. Cuenta conmigo.
Los niños de hoy son la sociedad del futuro y, por tanto, tenemos una clara obligación moral de prestar cuanta atención sea necesaria a las cuestiones planteadas en este artículo para forjar un futuro de esperanza
Son el futuro y no podemos tener un "futuro enfermo"!!!
Que gran verdad esa de que hay que protegerlos, son tan vulnerables, además siempre he pensado, que a veces son ellos los que acaban pagando, los errores que cometemos los mayores.
También diré, que a pesar de lo pequeños que son algunos, son mas responsables y maduros en cuanto al uso de mascarillas se refiere, que muchos jovencitos y no tan jovencitos.
Hace unos días llevaron a una bebé, al centro de salud donde trabajo, y me comentaba su abuela,
que la primera vez que la pequeñita la vio sin mascarilla, no la reconoció y comenzó a llorar, hay algo que pueda producir mas ternura?.Desde luego, todos los esfuerzos y el tiempo que se les dedique, están más que compensados.
Enhorabuena Martín... Un placer leerte.
Que gran verdad esa de que hay que protegerlos, son tan vulnerables, además siempre he pensado, que a veces son ellos los que acaban pagando, los errores que cometemos los mayores.
También diré, que a pesar de lo pequeños que son algunos, son mas responsables y maduros en cuanto al uso de mascarillas se refiere, que muchos jovencitos y no tan jovencitos.
Hace unos días llevaron a una bebé, al centro de salud donde trabajo, y me comentaba su abuela,
que la primera vez que la pequeñita la vio sin mascarilla, no la reconoció y comenzó a llorar, hay algo que pueda producir mas ternura?.Desde luego, todos los esfuerzos y el tiempo que se les dedique, están más que compensados.
Enhorabuena Martín... Un placer leerte.
Que gran verdad esa de que hay que protegerlos, son tan vulnerables, además siempre he pensado, que a veces son ellos los que acaban pagando, los errores que cometemos los mayores.
También diré, que a pesar de lo pequeños que son algunos, son mas responsables y maduros en cuanto al uso de mascarillas se refiere, que muchos jovencitos y no tan jovencitos.
Hace unos días llevaron a una bebé, al centro de salud donde trabajo, y me comentaba su abuela,
que la primera vez que la pequeñita la vio sin mascarilla, no la reconoció y comenzó a llorar, hay algo que pueda producir mas ternura?.Desde luego, todos los esfuerzos y el tiempo que se les dedique, están más que compensados.
Enhorabuena Martín... Un placer leerte.
Que gran verdad esa de que hay que protegerlos, son tan vulnerables, además siempre he pensado, que a veces son ellos los que acaban pagando, los errores que cometemos los mayores.
También diré, que a pesar de lo pequeños que son algunos, son mas responsables y maduros en cuanto al uso de mascarillas se refiere, que muchos jovencitos y no tan jovencitos.
Hace unos días llevaron a una bebé, al centro de salud donde trabajo, y me comentaba su abuela,
que la primera vez que la pequeñita la vio sin mascarilla, no la reconoció y comenzó a llorar, hay algo que pueda producir mas ternura?.Desde luego, todos los esfuerzos y el tiempo que se les dedique, están más que compensados.
Enhorabuena Martín... Un placer leerte.
La "teleconsulta", engendro de lo que debe ser una consulta infantil, es un sistema antinatural de atención al niño. Éste necesita un seguimiento constante de su crecimiento, desarrollo y maduración directamente, personalizada, por su pediatra, tanto en el control de prevención de la salud, como en el tratamiento de la enfermedad.
¡Qué lástima, cómo se está infravalorando e ignorando, la magnífica Atención Primaria y Extrahospitalaria de España!
Un fuerte abrazo.
Los efectos físicos, psicológicos y sociales son desgranados expresando claramente lo que cada uno estamos viviendo en nuestro entorno.
El cambio que ya estamos sufriendo y que seguiremos sufriendo en los próximos tiempos obliga de una manera determinante a emprender estudios sobre previsibles cuadros clínicos secundarios y prevención y tratamiento de los posibles secuelas que ya se están advirtiendo, como bien comenta el autor.
La protección a la infancia será, por lo tanto, nuestro objetivo fundamental en esta difícil andadura que nos toca sufrir.
Gracias por ello y felicidades
Los niños son el futuro ya en el presente, todas las repercusiones en su esfera emocional, las repercusiones de su entorno más íntimo, familiar, social, dejarán su sello indeleble. Esta pandemia está sacudiendo los pilares de nuestra sociedad y debemos protegen lo más frágil y lo más importante, además de a nosotros mismos. Sería muy importante desde nuestro RICOMS favorecer la creación de una especie de “observatorio” sobre este apartado de la salud de nuestros niños, como siempre enhorabuena al Prof Martin y quedo a su entera disposición,
Los Estamentos Oficiales se dedican a proteger a los mayores, lo cual me parece muy bien y necesario ahí están la cifras de fallecidos de ese segmento poblacional, y olvidan ese segmento de población, los NIÑOS,, que están padeciendo las consecuencias psicosociales que esta pandemia origina.
Felicidades por su acertado análisis Dr. Navarro, que espero no sea el ultimo.
Gracias.
Nos hemos volcado en revertir la situación de los mayores quizás para limpiar conciencias y nos hemos olvidado de otros segmentos de la sociedad.
La infancia es una etapa muy delicada y quebradiza. Es un folio en blanco muy frágil.
Conozco casos de amigos donde la ruptura de los niños con amigos/familiares/rutinas les ha supuesto graves desórdenes de conducta.
Es necesario, como señala el artículo, realizar estudios y buscar soluciones para contrarrestar los nefastos efectos del COVID en la infancia.
Un saludo Pedro
Un saludo Pedro
La pandemia, efectivamente, está afectando a los niños y adolescentes de forma encubierta, y con un mayor número de casos de manifestaciones respiratorias del tipo de tos psicogena, que probablemente exprese la angustia de todo lo que están escuchando o viviendo a su alrededor.
Sus palabras, han dejado en evidencia, el gran impacto que sobre la infancia esta dejando esta pandemia.
Gracias Doctor.
Espero que, igual que yo, lo lean y puedan solucionar, los problemas que nos afecta.