El RICOMS de pensar...

“Fortaleciendo la profesión médica”, por el Dr. Federico Relimpio

0 comentarios
Google Facebook Twitter Mas
“Fortaleciendo la profesión médica”, por el Dr. Federico Relimpio
“Fortaleciendo la profesión médica”, por el Dr. Federico Relimpio

Por su interés, reproducimos el artículo firmado por el Dr. Federico Relimpio, miembro del Observatorio de la Sanidad del RICOMS, que ABC de Sevilla ha publicado el 26 de febrero en su sección de opinión:

Un grupo humano débil. Gente sin tradición de acción colectiva. Un conjunto de profesionales perennemente en desacuerdo, los unos con los otros. Hipnotizados por la seriedad de su tarea e incapaces, por tanto, de ver más allá. Estoy hablando de nosotros, los médicos.

Lo dicho puede contemplarse desde ángulos diferentes. Desde una perspectiva amable, se nos ve como gente absorta en nuestros quehaceres. Es un punto de vista simpático; al fin y al cabo, se trata de lo que espera el ciudadano. «Centrado en mi problema de salud, y en nada más».

Desde una perspectiva empresarial o de Sistema Sanitario, la cuestión es diferente. Hace años, un director de Unidad de Gestión Clínica me comentaba que el fontanero —un ejemplo— trabaja por grifo puesto o reparado. Había poco más que hablar. Un médico —o mejor médica, que sois la mayoría— está deseando de ponerse a la faena. Es lo suyo; le puede. Le pones el consultorio y ya está. Se le olvida —casi— preguntar cuándo y cómo va a cobrar.

Estas dos perspectivas y cuarenta años de exceso relativo de mano de obra crearon una situación peculiar. Ignoro si tiene paralelo en otro país de nuestro entorno.

Por una parte, había una idea heredada de antaño sobre el médico aburguesado. En este sentido, se nos tildó de «clase médica» y se nos combatió con eficacia. Cabe ver esto en el contexto de la lucha de clases de los movimientos políticos contemporáneos. Lo que nadie supo prever es que los que sufrieron este impacto eran, con frecuencia, hijos e hijas de obreros. Gentes que, con dificultades, enviaron a sus hijos a las facultades de Medicina. Jóvenes que, superadas las mil y una pruebas, se encontraban atónitos ante un sistema hostil. Un sistema que les dispensaba un trato calificable como lejano, tosco o displicente.

Durante estas décadas, el terreno ha sido propicio para la construcción de una Sanidad Pública politizada. La profesión médica ha estado sumida en una grave crisis de autoestima. Aspecto comprensible si, desde la juventud, se somete uno a un puñado de gestores que acuñan el mismo mantra: “como tú, tengo a diez esperando en la puerta”. Uno era basura, después de dedicar diez años de su vida a formarse. Lo que no se le exige a los líderes de los partidos políticos, convertidos luego en cabeza de las instituciones.

El contrato precario, de fin de semana y de mes, y la renovación ad eternum de la provisionalidad se convirtieron en el paradigma de la Sanidad Pública de las taifas, bajo los Güemes, los Almuiña, las Montero y muchos más.

La pregunta es si el ciudadano se beneficia de una Sanidad Pública ejercida por médicas precarias, intimidadas, acosadas laboralmente, ninguneadas y tratadas a consignazo. Mujeres a las que el conciliar se les va a poner no cuesta arriba, sino misión imposible. E insisto: empleo el femenino plural porque se trata de la gran mayoría. Pregunto si este modelo de Recursos Humanos, que se implantó por igual en CCAA de uno y otro signo, conduce a un ejercicio de la medicina prudente y sosegado.

La respuesta viene dada coligiendo el ADN del ejercicio profesional en los últimos años en Andalucía. Según este, el médico o la médica son profesionales de segundo orden, «técnicos». E insisto: el término «técnico» es peyorativo; me lo espetó intencionadamente un director de Unidad de Gestión Clínica. Ateniéndonos a esta forma de pensar, los médicos o médicas deben limitarse a ejecutar un protocolo o algoritmo que les viene dado desde instancias más altas. La capacidad de interpretar libremente la ciencia médica se reduce a la mínima expresión. Y se pide permiso hasta para ir a hacer las necesidades de una o uno. O poco menos. Y todo ello envuelto en un lenguaje grandilocuente, hermoso.

Porque, no lo olvidemos, que tenga usted un médico diferente cada vez, sin continuidad en su tratamiento o sus cuidados es algo que se ha dado en todas las CCAA, con gobiernos de todos los signos políticos, con bonanzas económicas o en crisis. Es un desprecio solemne a su Salud, «garantizada» según esta gente, y protegida explícitamente por el artículo 43 de la Constitución Española. Cabe deducir que la dejadez es una política concreta. Y que la abulia social es una opción política. Y que la resignación y el abatimiento de una profesión, otra más.

¿Hay esperanza? Bueno, las cosas cambian. O, mejor dicho, podemos cambiarlas. Lo estamos viendo. Me crié con los conceptos imbuidos por nuestros gobernantes: el sindicalismo como nido de vagos. Los años, sin embargo, me han llevado a pensar que el desastre profesional que acabo de describir hubiera sido amortiguado por una profesión cohesionada. Una profesión vertebrada a través de un sindicalismo consciente de lo que nos jugamos.

Los resultados de las elecciones sindicales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), celebradas el pasado 20 de febrero, ofrecen esperanza. Podemos colegir que la profesión se ha movilizado y que está adecuadamente representada en la mesa sectorial. Ello implica, ante todo, que se van esfumando la resignación y el abatimiento. La Gerencia del SAS puede contar con una colaboración leal. Tan leal como la oposición que practicaremos a cuanto creamos que vulnera nuestros principios profesionales.

Federico Relimpio

Observatorio de Sanidad del Colegio de Médicos de Sevilla





Déjanos tu comentario
No hay comentarios sobre esta publicación.
Sea el primero en comentar.
Más publicaciones...
LA PANDEMIA POR COVID-19 Y SU REPERCUSIÓN EN LA INFANCIA

¿Cómo afecta la pandemia en la infancia? La vida en su inicio y su final tienen una gran similitud, se comienza siendo dependiente y se termina de la misma forma. Al nacer necesitamos la ayuda, fundamentalmente, de la madre para la [...]
La verdad a medias es peor que la mentira

Después de todos los rumores y comentarios vertidos contra las listas de espera quirúrgicas en Sevilla en los tiempos de la Covid, y más concretamente contra el Hospital Virgen del Rocío, que es el buque insignia de nuestra Sanidad Andaluza, [...]
Salvador Morales: "La voz de la sociedad científica debe estar por encima de las decisiones políticas"

Charlamos con el presidente de la Asociación Española de Cirujanos para conocer cómo está afectado el covid-19 a los quirófanos, las diferencias con la primera ola y las innovaciones que se esperan en su campo
Covid-19: especificidad española

La verdadera 'especificidad española' que hunde nuestras defensas colectivas contra el coronavirus es la estructura del poder político y la psicología del grupo humano que lo ocupa
Por Real Decreto (y dos)

Por Real Decreto (y dos). Y nunca mejor dicho. Porque vamos a por el artículo dos del Real Decreto.
Profesionales del Hospital Virgen del Rocío realizan 1500 trasplantes hepáticos en los últimos 30 años

En la madrugada del lunes 28 de septiembre de 2020 el Equipo de Trasplante Hepático del Hospital Virgen del Rocío, dirigido por el Dr. Miguel Ángel Gómez Bravo, realizó en trasplante de hígado número 1.500 de Sevilla a un enfermo hepático terminal.
Jacinto Maqueda: «Si hay ilusión y fe, es estupendo llegar a los 98, aunque los médicos jóvenes no me pidan consejos»

Especialista en aparato digestivo que vivió «epidemias de gripes muy malas» a lo largo de su vida y la del tifus de 1937, en plena Guerra Civil, dice que no recuerda nada parecido a la pandemia del coronavirus
“Hay que darle al paciente autonomía para que pueda iniciar su propio patient journey”

En la última década el paciente ha ido adquiriendo mayor protagonismo en la gestión de su enfermedad. Atrás han quedado los modelos de atención más paternalistas y se ha dotado al paciente de una mayor autonomía para iniciar “su propio patient [...]
Estatuto médico: incumplimiento de contrato

Nuestro país tiene un contrato social peculiar con los médicos del Sistema Público. Es empleo público, pero no es funcionariado sensu estrictu. Es un funcionario peculiar llamado estatutario, puesto que se rige por una normativa especial [...]
Un nuevo aplauso para los sanitarios

El Dr. Martín Navarro Merino, Académico de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla, y miembro del Comité de Expertos Del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Sevilla hace un llamamiento para proteger a los profesionales [...]