Controversias sanitarias
Desde hace años venimos oyendo hablar de socialización de la sanidad y, por ende, los médicos que formamos parte primordial de la misma, nos sentimos integrados en dicho concepto. Sin embargo, el termino medicina socializada requiere alguna matización aclaratoria. Se repite machaconamente con el estilo de un “mantra”, que la sanidad debe ser para todos los ciudadanos, universal, de excelencia y gratuita. Nada que objetar a los términos, universal y de excelencia. Pero de gratuidad nada de nada. La sanidad la pagamos los usuarios con nuestros impuestos. Y por ello exigimos buenos y eficientes servicios sanitarios durante los doce meses del año, especialmente en verano en donde año tras año, se denuncian por parte de Colegios Médicos, Sindicato Médico, Satse y Juntas Facultativas de Centros a los que se unen Asociaciones de pacientes, el sensible deterioro de la asistencia sanitaria prestada, causada por cierre de camas hospitalarias, falta de medios y recortes de personal. Nunca hasta este verano se habían producido dimisiones entre los profesionales sanitarios por no poder atender dignamente y con garantías a los pacientes, a causa de los recortes.
Si nos centramos en Andalucía, sorprende la declaración del Sr. Consejero de Sanidad de la Junta de Andalucía: “El SAS mantendrá una reserva de 3.000 camas hospitalarias durante los meses de verano”. Para todos los que hemos vivido profesionalmente estos temas, solo hay una traducción. El SAS ha cerrado dichas camas, a pesar de los numerosos comunicados oficiales que lo negaban.
Pero volvamos a las palabras claves, la universalidad de la asistencia a cargo de la Administración. Todos estamos de acuerdo. No obstante habría que conocer que al menos en Andalucía, un tercio de los recursos sanitarios, no pertenecen al Servicio Andaluz de Salud, sino que son propiedad de entidades privadas, actuando estas como complemento indispensable para garantizar la salud de los andaluces. Por ello, bueno sería reconocerlo por parte de las autoridades sanitarias. Da cierto vértigo pensar como aumentarían las listas de espera y en general como se deterioraría la asistencia prestada sin la ayuda de tales entidades.
En cuanto a la excelencia de la atención sanitaria prestada, es reconocida de forma unánime por todos los países europeos, la buena formación de médicos y enfermeros españoles, siendo el sistema MIR, la envidia de muchos. Lo cual hace mas incomprensible la creciente salida de profesionales sanitarios a múltiples destinos, incluso a países de acreditado nivel como Reino Unido, Francia o Alemania. ¿Qué pasaría si en vez de fomentar tantos recortes de personal por múltiples causas, se quedaran en España todos esos profesionales? Pasaría que mejoraría sin duda la atención sanitaria en nuestro país.
Y volviendo a la socialización de la Medicina. Creo que todos los ciudadanos de cualquier región de España valoran muy positivamente la sanidad pública española. Esto es una realidad contrastada. También que los médicos españoles tienen un bien ganado prestigio nacional e internacional. Por ello la Administración debería estar orgullosa de ellos. No como profesionales anónimos sino como actores importantes de los hitos que se consiguen en el día a día. Con sus nombres y apellidos, con sus esfuerzos y sacrificios y con la correcta valoración de su carrera profesional, no con la que existe actualmente. Estamos los médicos ya cansados de que su absoluta e indispensable labor profesional sea permanentemente silenciada en los medios oficiales, solo apareciendo los nombres y cargos que ocupan, los políticos de turno. Estamos cansados de que la Administración sanitaria ignore los consejos y protocolos de tantas Sociedades Científicas llenas de expertos en crear expertos que solucionen o mitiguen cualquier patología que afecte a la ciudadanía, lejos de medidas económicas o políticamente correctas. Estamos cansados de comprobar el escaso valor que se le da a la magnífica y sufrida Atención Primaria, a la carísima Atención Especializada, envidia de toda Europa y al Sistema MIR de Formación, sin tener en cuenta que tenemos esas herramientas por la absoluta dedicación y entrega profesional de cuantos han dedicado su vida al cuidado de los pacientes y han puesto la palabra médico muy por encima de administraciones y políticas sanitarias.
Estamos los médicos, cansados de estar cansados de promesas incumplidas, de no ver reconocido nuestro trabajo, de ignorar nuestros esfuerzos por colaborar con la Administración sanitaria, de no ser nunca consultados para cualquier reforma.
Ya no nos va quedando fe en el sistema. Estamos hartos de sutiles mensajes falsos que confunden a la sociedad y a los mismos profesionales sanitarios. Un reciente ejemplo aparecido en los medios de difusión puede servir de ejemplo. Se anuncia a toda pagina en prestigiosos periódicos, que una tesis doctoral, dirigida por profesores de la Escuela de Salud Pública de la Junta de Andalucía, ha puesto de manifiesto que aquellos pacientes que deciden vivir en Centros de Mayores tienen muchas más posibilidades de morir que aquellos que son atendidos por un Servicio de Asistencia Domiciliaria. Además, dice el artículo como grandísima conclusión de la mencionada Tesis, que es mucho mas barato atender al paciente en su domicilio que en un Centro de Mayores. Sorprendentes ambas conclusiones. La primera por falta de fundamentos clínicos y la segunda porque es evidente que es mas caro atender a un paciente veinticuatro horas con hospedaje, manutención y servicio médico y de enfermería, que asistir al mismo en una solitaria y probablemente corta visita a su domicilio.
Quizás habría que preguntarse si los Centros de mayores encuestados eran públicos, concertados o privados. Si como sospechamos eran de propiedad pública, les sugiero abran una rápida investigación para contrastar si las conclusiones de la mencionada tesis son fiables.
Para concluir una reflexión. En una reciente Mesa Redonda con directores de medios andaluces, el moderador de la misma, exponía que el gran reto de los médicos, era conectar con la sociedad civil a través de los Colegios Profesionales, para hacerles partícipes de que su misión era garantizar la salud de la ciudadanía. Y para ello se debería dar a conocer el enorme potencial que el profesional médico tiene en la sociedad actual, ya que en términos sociológicos era la profesión médica la mejor valorada. Y sólo encontraban una forma de hacerlo y es dar a conocer los méritos profesionales con nombres y apellidos, huyendo del anonimato tan extendido en el ámbito de la medicina socializada y tan lejano a lo que debe ser el espíritu liberal de la mejor profesión del mundo, que es ser médico.
Juan Manuel Contreras Ayala - Secretario del RICOMS
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